lunes, 22 de septiembre de 2014

LA MUELA Y EL PAN (CASTELLANO)

LA MUELA Y EL PAN (CASTELLANO)
ESCENARIO: calle de una ciudad, vitrinas, letreros PERSONAJES: parroquiano, policía, vago, panadero, herrero. (Entra un parroquiano gritando y cogiéndose la cara, puesto que tiene dolor de muela.) PARROQUIANO: – Muela maldita, ojala te parta un rayo, ojala pudiera sacarte y mandarte para la porra, ¡AY! Vida gran doble, triple, cuádruple, qué dolor tan terrible. Sólo tengo $500 y con este dolor. ¿Qué hago? , si doy el dinero para que me la saquen me quedo sin comer y de pronto me muero de hambre; si como, de pronto me muero del dolor de muela. ¡Qué vida la del pobre Lara! ¡No hay desgracia más grande que la mía! (De un local sale un panadero y coloca sobre una mesa varios panes. El parroquiano se queda embobado, con la boca abierta, mirándolos; entran dos personas: un policía y un vago, al ver la actitud del hombre, deciden jugarle una mala pasada.) POLICIA: – Oiga, muerto de hambre. ¿Cuántos panes se comería de un solo viaje? PARROQUIANO:- ¿Qué dice mi teniente? VAGO:- Dizque Teniente, ja, ja, ja, el señor de verde le pregunta, ¿cuántos panes se puede comer de un solo envión? PARROQUIANO:-¿Quién… yo? Pues… (Se toca el estómago y bosteza.) Creo que devoraría unos cien sin pasar. VAGO:- (Riendo A carcajadas. Diciéndole al panadero.) -¿Usted que opina? PANADERO:- A mi me parece una machera. PARROQUIANO:- ¿Y de qué se asombran ustedes? ¿Por qué no apuestan si son tan machos? POLICIA:- ¿Y qué apuesta? PARROQUIANO:- Tengo poco dinero. (Al público.) Con esta vida tan cara, ¿quién carga dinero en el bolsillo? (A los tres interlocutores.) Pero estoy tan seguro de ganar, que me dejaría sacar una muela si no me engullo cien de esos panecitos. VAGO: – ¡Trato hecho! Ya puedes llegar a tu casa contando que perdiste una muela en una apuesta (Ríen los tres.) PARROQUIANO:- Eso lo veremos, ¡parranda de sinvergüenzas! PANADERO: – ¡Huy!, esta cosa se puso peluda- POLICÍA:_ (Brincando) – Esto se puso bueno ¡Voy a reír como nunca! PARROQUIANO: _ ¿Puedo Comenzar? VAGO:- Claro Mi hermano. ¡Cuando quieras! Usted, señor panadero, háganos el favor de contar los panes que se come éste, porque yo no puedo de la risa, ja,ja, ja,… PANADERO:– Lo haré con gusto, puede empezar. PARROQUIANO:- (Da vueltas alrededor de la bandeja donde está el pan.)-Al ataque. (Comienza a comer. El panadero cuenta.) PANADERO:- Uno dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve…y diez. PARROQUIANO: (Limpiándose.) – No puedo más. Me doy por vencido. POLICIA:- Perdió la apuesta, ja, ja, ja. VAGO:- ¡Muera, muera! ¡La muela va pa’ fuera! PANADERO: – Qué apuestas tan interesantes. PARROQUIANO:- Al mal que no tiene cura, hacerle la cara dura. POLICIA: _ No perdamos tiempo. Voy a llamar al herrero para que se la saque con una tenaza de herrar caballos. El que pierde paga, ¡no, socio! (Saca la cabeza por una ventana y grita) Oiga, Juan rebuzna perros, deje de herrar ese animalejo, traiga unas tenazas bien grandes para sacarle una muela a este glotón fracasado. HERRERO: (Gritando.) – Ya voy, amárrelo bien, pa’ que no brinque… PANADERO: – Señores, basta, ¿no ve que la cosa va como muy en serio? Déjenlo ir. VAGO:- ¡Nada!, aquí el que rompe paga y se lleva los tiestos. PARROQUIANO:- Correcto. El que pierde paga. Es lo justo. POLICIA:- Que Tipo tan honrado, además una muela más, una muela menos, ¿qué importa? HERRERO: -(Sale con su uniforme de trabajo, una sábana sucia, una silla y unas tenazas.) _ ¿Quién es el paciente? PARROQUIANO:- Yo soy. HERRERO:- ¡Siéntese aquí! (Le coloca la sábana alrededor del cuello.) Abra la boca como si fuera a tragarse una papa caliente. Así. ¿Qué muela le saco? PARROQUIANO:- Esta de abajo, la que tiene un hueco y está negra como el rabo de una olla. HERRERO:- (Le introduce una tenaza en la boca, le pone la rodilla en el pecho y tira con fuerza.) – Por la plata baila el perro, ¡téngase duro! PARROQUIANO:- (Se levanta con el impulso) – ¡A a a a ! ¡Virgen del agarradero, agárreme a yo primero, a a a ! HERRERO: – Mírela Aquí. Qué raicitas las que tiene, tómela, si quiere puede hacerle un anillo a su mujer. PARROQUIANO: – Gracias. (Se levanta.) Indio comido, indio ido. (Se va.) HERRERO:- ¡Un momento! ¿Y a mí quién me paga? POLICIA:- Nosotros le pagaremos, tranquilo como Camilo y listo como Evaristo. PARROQUIANO: (Haciendo un guiño al público) – Esto es lo que se llama suerte. Me he llenado la barriga hasta las banderas y me han sacado la muela que me dolía, y no me han cobrado ni un peso. He matado dos pájaros de un tiro. (El policía. El vago, el panadero y el herrero ríen a carcajadas.) Miren como ríen ésos. Fueron por lana y salieron trasquilados

13 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. yjdbfjfjbkfbgjhvifnjofjfejdfdjoerhofvojhfgjghgijfhrifhebfjrmdgcfehfbnforhfbovhflflbfurjujenfoufbfhejfgbfnivrhfiebfeferhdfyeuiejhdfyetfhdhgfhuejdhhtfeumskdhnvucmshfurgkegrhsmcbd n fhrdhfjdfnjhkhfk

      jfudfhjfhdjfhjdhf gdfhgfgfgufgdfhdhgjdjfjjgjdfhgjfdkvhdjk

      Eliminar
  2. 🤣 🤣 🤣 🤣 🤣 Muchas gracias por su obra me sirvió mucho

    ResponderEliminar
  3. 👌👌👌😊😊😊👋👋👏👏👏💖💖

    ResponderEliminar
  4. RECUERDO HABER HECHO ESA OBRA EN EL COLEGIO POR ALLA EN LOS INICIOS DE LOS 90. HICE EL PAPEL DEL PARROQUIANO. AL LEERLA RECORDE A CADA UNO DE MIS COMPAÑEROS CON LOS QUE MONTAMOS ESA OBRA. ESTUPENDA.

    ResponderEliminar